“Me perdí en el viaje , nunca me sentí tan bien…”
Hace mucho tiempo, años diría, que una idea ronda mi cabeza.
Por una cosa o por otra, tuve que postergarla.
Tuve que hacerme cargo de problemas y situaciones, dándole poco tiempo a pensar realmente lo que quería hacer.
Hubo tiempos muy malos, hubo tiempos en los que ni siquiera pensaba que las cosas buenas me pudieran ocurrir, ninguna situación buena, pero de verdad lo creía.
No era negatividad, sino la misma realidad que hablaba de malas épocas, malos momentos.
Hace unos años a esta parte aproximadamente 5, la rueda empezó a girar para el otro lado, después de un esfuerzo titánico, dimos vuelta, y digo dimos porque fue familiar, una situación que de verdad era difícil de afrontar.
Costo mucho. Si lo veo ahora me doy cuenta que costó mucho tiempo. Quizás demasiado, pero quien sabe si es demasiado o solo el tiempo que necesitábamos para volver a recomponer la vida.
No voy ahondar en detalles de lo sucedido, pero lo que si les aseguro es que era una situación desgastante.
Hoy veo y siento el cambio de cabeza que tuve que hacer.
Hay cosas en la vida en las que aprendes muchas cosas, una de ellas es que hay que aprender a defenderse, que las herramientas están, que siempre se encuentran puertas y ayuda si uno las busca.
Golpear puertas, gritar si es necesario, asesorarse, preguntar y cuestionar mil veces, hacerse escuchar, hacer todo lo que tengas que hacer para cambiar una situación, no quedarse con la primera respuesta.
Insistir, y esto aplica a todo. La mayoría de las veces gana la insistencia, si queres mostrar algo, defenderte o lograr una meta, si insistís seguro vas a lograrlo.
Creer en uno, va más allá de la frase en sí, defenderse y defender lo de uno, es fundamental , no tirarse a menos aun cuando tengas mil voces en contra, siempre va a haber aunque sea una voz que te ayude, siempre hay oídos que sí escuchan.
Informarse con gente que sabe, preguntar, en la vida no se puede salir de lugares comunes si no nos comunicamos si no investigamos, estar abiertos a ser un poco esponjas y luego filtrar lo que realmente se amolda a lo que buscamos.
Después esta escucharse, llegado el momento y la posibilidad darse el tiempo para sanarse de situaciones no tan buenas, perdonarnos, no siempre hacemos lo mejor para nosotros mismos, a veces nos castigamos, no salimos de esos lugares que nos hacen mal. No podemos cambiar.
El cambio da miedo, es que ,nos da vuelta, nos pone a prueba , nos expone, te pone de cara a eso que querías, y es irónico pero a eso que queres le tenes muchísimo miedo, porque conseguir cambios positivos es loco pero nos asusta, “mejor malo conocido que bueno por conocer “ dice la frase. Realmente es así, o lo sentimos así, lamentablemente.
Mi idea es que venimos con cargas, mandatos sociales muy arraigados, con creencias bastantes malas, y empezar por quererse y respetarse es más difícil de lo que pensamos.
Tenemos que poder con todo. Tener el control. Sentir menos.
Ssiento y creo profundamente, en hacerle caso a lo que sentimos, sin excusas. Cuando sentimos en la panza que algo no funciona más, o eso que queremos proyectar, o alguna incomodidad que deviene de alguna situación o persona, hacerle caso, somos un todo y el cuerpo nos avisa antes que lo sepamos de manera consiente para donde tenemos que ir.
No sabemos de lo que somos capaces hasta que lo intentamos; desafortunadamente llegamos a extremos en la mayoría de los casos para poder dar el salto de fe, intentemos que no, los extremos no son buenos, podemos hacernos caso sin llegar a perjudicarnos tanto esperando llegar a momentos límites. Si bien el después de emprender hacia lo que buscamos sea un lugar de puro construir, vale la pena.
Justamente es esa Fuerza Natural» las que nos hace humanos y nos conecta con lo que somos de verdad, sin mascaras.
Si bien , la idea inicial que me persigue hace tiempo , la vi por muchos años como imposible, y ni siquiera tenga la certeza de que si realmente va a funcionar.Solo esa sensancion que me genera ponerme en marcha , de bienestar y alegría ,ya es mas que suficiente motivacion. Porque cuando nos hacemos caso, vivimos mejor.